Pues nos reunimos un total de nueve socios y socias en la «sede social»: la pérgola del Molino de Olba y tratamos los siguientes puntos:
-Estado de cuentas. Las diferentes actividades de la asociación nos han dejado un pequeño déficit económico, que soporta, de momento, un socio. Con los pequeños beneficios generados por la venta del boletín se va sufragando la deuda.
-Sendero botánico. Se ve necesaria una intervención para: reformar recorrido, limpiar, arreglar pasarelas sobre el río y señalizar mejor.
Quedamos para la segunda quincena de octubre.
-Se comenta el curso sobre fauna acuática que se celebrará 13 y 14 de septiembre (ver noticia anterior). El curso es gratuito, pero se planea pedir una pequeña aportación voluntaria a los/as asistentes para intentar pagar la deuda que tiene la asociación.
-Se habla sobre posibles acciones para que se recuperen o, por lo menos, se mantengan las huertas, sobre todo alrededor de los núcleos habitados.
-Se informa de que una persona ofrece una donación para alguna actividad social (alrededor de 1000 euros) y se decide proponerle el arreglo del molino para que pueda volver a moler. Nos ponemos a la tarea de buscar presupuestos y hacer un proyecto.
Y, tras pagar las cuotas como buenos socios y socias, nos disolvemos pacíficamente después de un par de horas de asamblea (no ha sido para tanto…).
(lo que haya olvidado, que lo cuenten el resto de asistentes. Ea)